Entre los numerosos platos servidos en la Condorinette, es difícil seleccionar los mejores, muchos son unánimes.
En los entrantes, la terrina de trucha ahumada de los Pirineos con espárragos, la verrine de tomate a la griega o el soufflé de champiñones son siempre muy apreciados, y qué decir de los veloutés y potajes que abren la cena en invierno.
Entre los platos principales, el Parmentier de pato gras, los Tajines a la manera de Corinne o el Fricandeau de ternera son apreciados por unanimidad. Y no hay que olvidar el rosbif de cerdo de Bigorre con costra de mostaza acompañado de sus pequeñas patatas al pimiento de Espelette.
Para los postres, hay demasiados para mencionarlos todos: las mousses vaporeuses de frambuesas del jardín, los crumbles de lima, los mi-cuits de chocolate o las fabulosas tartas, nuestros huéspedes siempre dejan un hueco para los postres de Corinne.